El domingo pasado viendo un documental sobre la actividad del puerto de Los Angeles, se comentaba una iniciativa para fomentar la incorporación de barcos híbridos dentro de las flotas actuales. Brevemente, consistía en la instalación en las dársenas de puntos de recarga eléctrica donde los barcos podían proveerse de electricidad que más tarde utilizarían como propulsión. El asunto de la hibridación está muy desarrollado en la náutica por la larga trayectoria que tiene en la incorporación de estos planteamientos.
Sin embargo, las soluciones que llevaron la hibridación a este campo no fueron de la mano de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
El primer barco en montar un sistema de propulsión híbrido diesel-eléctrico, fue el petrolero ruso Vandal en 1903, y desde entonces estos sistemas híbridos se han montado en todo tipo de embarcaciones, desde portaaviones como el USS Langley, hasta trasatlánticos como el Normandie, el barco con propulsión turbo-eléctrica más potente jamás construido, pasando por otros tipo de barcos, submarinos, rompehielos y cableros.
En la actualidad aparecen ejemplos que persiguen en primera instancia la eficiencia energética de los motores basados en energías fósiles y, en un estadio más avanzado, la supresión de este tipo de propulsores a favor de otros basados en energías limpias.
Nos encontramos actualmente el primer barco híbrido de pasajeros operando comercialmente. Es el Zemship (Zero Emission Ship) que se alimenta de electricidad y mediante una pila de combustible de hidrógeno. No necesita motor diesel, ni siquiera para atracar.
El Zemship tiene base en Hamburgo (Alemania) y funciona con una unidad híbrida integrada por dos pilas de combustible y una batería de gel de plomo. Además, un sistema de gestión energética inteligente coordina la salida de energía entre las pilas de combustible y la batería para proporcionar el doble de eficiencia que un motor diesel habitual en los barcos.
Usa para su alimentación hidrógeno líquido almacenado en un tanque a bordo y que le da una autonomía de tres días.
El sistema híbrido del Zemship ha sido diseñado para aumentar su eficiencia energética, así como para reducir la contaminación y el ruido.
En España, encontramos en Soria (si Soria 🙂 tecnología innovadora aplicada a barcos de paseo surcando las aguas del pantano de La Cuerda, en Vinuesa (Soria). Es un proyecto experimental de barco eléctrico híbrido alimentado con pila de combustible y energía solar fotovoltaica. El objetivo es el diseño de un sistema híbrido que permita la combinación con paneles fotovoltaicos y optimice los flujos de energía de los diferentes equipos.
Otro ejemplo en funcionamiento en el propio puerto de Los Angeles es el primer remolcador náutico híbrido. Los remolcadores son embarcaciones dotadas de motores de gran potencia (y grandes contaminantes) que se utilizan para tirar o empujar de otros barcos, tanto en aguas interiores como en mar abierto.
El remolcador llamado Carolyn Dorothy ha sido construido por la empresa Foss Maritime y se suma la flota de remolcadores que cubren las aguas entre los puertos de Los Angeles y Long Beach. Con la utilización de estos híbridos se espera conseguir una significativa reducción de emisiones contaminantes.
En lugar del tradicional motor a combustible, esta nave tiene dos equipos de baterías junto a dos generadores diesel. Si bien el motor principal del híbrido no cuenta con la misma potencia que el motor Dolphin habitual, con el sistema híbrido funcionando en su conjunto se puede alcanzar casi la misma fuerza que los remolcadores tradicionales, utilizando un menor consumo de combustible y recortando la emisión de gases contaminantes.
También en el ámbito de la náutica de recreo encontramos barcos propulsión híbrida equipados con motores diesel y unidades alta eficiencia eléctrica. Estas naves de baja emisión contaminante pueden ser propulsadas sólo por electricidad, sólo con motores diesel o con una combinación de ambos según las condiciones. Suelen tener poderosas baterías de ion-litio que alimentan a los motores eléctricos y estas baterías pueden ser recargadas en la costa o incluso en movimiento por una serie de paneles solares instalados en cubierta y techos.
Como vemos todo un mundo de posibilidades a explorar cuyo exponente más radical basado en el uso de renovables pudiera ser el proyecto Planet Solar.
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