El autobús eléctrico, aliado contra la contaminación atmosférica de la ciudad

La calidad del aire es una preocupación que se ha convertido en crónica en la mayoría de las ciudades, principalmente por las repercusiones directas que tiene para nuestra salud.
El autobús eléctrico, aliado contra la contaminación atmosférica en la ciudad
Las emisiones arrojadas por los tubos de escape de los motores de combustión interna son una de las principales fuentes de contaminantes altamente nocivos, como los tan nombrados óxidos de nitrógeno (NOx) y las diferentes partículas en suspensión.
Esto ha llevado, merecidamente, a la persecución de los motores diésel que destacan por sus altas emisiones de óxido de nitrógeno y que, para nuestra desgracia, forman parte de los vehículos que conforman las flotas de autobuses de nuestras ciudades.
Con una población urbana que no para de crecer, diseñar y desplegar opciones de transporte sostenibles y rentables se está volviendo cada día más crítica.
Conforme avanza la implantación de la electromovilidad, se hace realidad el autobús eléctrico (e-bus) como una de las formas más prometedoras de reducir las emisiones nocivas y mejorar la calidad general del aire en los entornos urbanos.

Ya hay más de 300.000 e-buses en las carreteras a nivel mundial, con la gran mayoría de ellos están circulando en China

Con el ejemplo de China, muchas ciudades del mundo occidental también están formulando compromisos exigentes para electrificar las flotas municipales de autobuses durante la próxima década.
Es habitual que cuando se plantea la posibilidad de sustituir el transporte basado en motores diésel se aluda al Coste Total de Propiedad (TCO, por sus siglas en inglés) como argumento para desacreditar la electromovilidad como opción viable.
Lo que antes era motivo de complejos debates, ahora es cuestión de números y no de sensaciones. La electromovilidad es la opción más barata, ¡sin que sea necesario incluir en los cálculos el coste de las externalidades!
Y es que los autobuses eléctricos tienen costes operativos mucho más bajos y, con un coste de adquisición cada día más asequible, dan lugar a un coste total de propiedad menor que los autobuses convencionales desplegados hoy en día.
Este TCO de las configuraciones de autobuses eléctricos que están a nuestra disposición mejora significativamente en relación con los autobuses diésel a medida que aumenta el número de kilómetros recorridos anualmente. Si recuerdas, este fue el argumento para la implantación de los motores diésel en detrimento de los motores de gasolina …
E-bus con estación de recarga inalámbrica
Por ejemplo, un e-bus con una batería de 110kWh (para comparar, el Renault Zoe equipa actualmente una de 40 kWh) junto con el sistema de carga inalámbrica de precio más elevado alcanza la paridad de TCO con el autobús diésel en aproximadamente 60.000 km recorridos al año.
Esto significa que un autobús con una batería pequeña, incluso cuando se combina con la opción de carga más costosa, es ya más económico en una ciudad de tamaño mediano donde, por término medio, sus autobuses recorren diariamente unos 170 km.
A pesar de sus potenciales ahorros operativos, todavía hay algunos desafíos que vencer para el despegue en la implantación del e-bus, principalmente ligados a su alto coste inicial en comparación con el autobús diésel equivalente.
Para ayudar a abordar estas dificultades, se están planteando nuevos modelos de negocio, que pasan por el arrendamiento de las baterías, la adquisición conjunta entre varias entidades (joint procurement) y el uso compartido de autobuses (bus sharing).
Vamos a finalizar con los pronósticos de Bloomberg de su último informe EV Outlook en el que contempla los siguientes aspectos:

  1. Para 2030, se espera que el 84% de las ventas de autobuses municipales a nivel mundial sean de unidades eléctricas.
  • China ha liderado este mercado con un estilo espectacular, representando el 99% del total mundial en 2017.
  • El resto de países seguirá a China, y para 2040 se espera que el 80% de la flota de autobuses municipales del mundo sea eléctrica.En Shenzhen hay más e-bus que en el resto del mundo
  1. Para 2040, se espera que haya alrededor de 2,3 millones de e-buses en las carreteras mundiales.
  2. Los e-buses se suman al desplazamiento del petróleo y los impactos en la demanda de baterías en los próximos 5 años, teniendo también que convivir con el aumento de ventas de vehículos ligeros eléctricos una vez que el mercado se ponga en marcha a partir de 2020.

Como has podido ver, ¡cada vez queda menos para que la electromovilidad sea una constante en nuestro día a día!

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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