Internet y el reto de alcanzar cero emisiones netas

Desde principios de la pasada década, el número de usuarios de Internet en todo el mundo se ha duplicado, y se espera que a corto plazo el tráfico global se incremente a razón de unos 4 zettabytes al año, al tiempo que las conexiones móviles y de objetos basados en Internet de las Cosas (IoT) se multiplican.

Internet debe alcanzar cero emisiones atendiendo de manera sostenible la demanda creciente de los usuarios con centros de datos sostenibles

Estas tendencias reflejan una transformación digital que no se detiene y que se basa en gran medida en una de las Tecnologías Habilitadoras Digitales (THD) de mayor implantación: la computación en la nube o cloud computing.

Este auge de la computación en la nube (en sus distintas variantes o vertientes) se traduce en una creciente demanda de centros de datos, lo que está llevando a la industria cloud a enfrentarse a un importante desafío: seguir escalando la capacidad de computación (factor clave para avanzar hacia un modelo de economía digital), a la vez que se reducen las emisiones de carbono para preservar nuestro Planeta.

Aunque los desafíos climáticos a los que nos enfrentamos no serán resueltos por una solo sector de actividad, evidentemente los centros de datos deben ser parte de la solución para una amplia descarbonización.

Esto va llevar a que la industria cloud se esfuerce decididamente en encontrar formas de mejorar las operaciones de sus centros de datos, compartir estos aprendizajes con el resto del sector, y proporcionar a sus clientes y socios herramientas para medir sus progresos en sostenibilidad.

Para guiar este esfuerzo se van a requerir estándares globales que sirvan de base común para garantizar que las emisiones de carbono se midan de manera precisa, consistente y confiable en este sector a nivel mundial, a la vez que se incorporan soluciones tecnológicas innovadoras para reducir las emisiones de carbono y el impacto ambiental de los centros de datos.

El actual modelo energético es contaminante e ineficiente

Para avanzar en el objetivo de cero emisiones netas (Net Zero), los principales jugadores del sector cloud no solo están ya realizando fuertes inversiones en I+D+i para sus infraestructuras y compartiendo su experiencia en este campo, sino que también están empezando a ayudar a las organizaciones que utilizan sus servicios a registrar, informar y reducir de manera más efectiva sus emisiones de carbono.

El camino para reducir las emisiones del sector cloud pasa por entender la lucha contra el cambio climático y por la sostenibilidad como un viaje que se debe hacer en conjunto: proveedores, socios y clientes.

Esto pasa indudablemente por compartir aprendizajes y progresos, y crear nuevas soluciones que permitan comparar dónde estamos hoy y hacia dónde vamos, poniéndolas a disposición de todos.

A medida que la demanda de la nube en los sectores público y privado continúa creciendo, es fundamental dedicar recursos a encontrar soluciones creativas e innovadoras para poder cumplir con los ambiciosos objetivos de sostenibilidad.

Actualmente la migración a entornos en la nube supone un avance en la sostenibilidad de las operaciones basadas en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), siendo hasta un 98% más eficiente en cuanto a emisiones de carbono y hasta un 93% en términos de consumo energético que los centros de datos tradicionales.

Aunque esto puede ser un buen comienzo, el compromiso del sector es el de ser neutro (o incluso negativo) en emisiones de carbono para 2030

Para ello, se proponen distintas iniciativas que pueden ayudar al sector cloud a definir el futuro de los centros de datos. Algunas de las más significativas son las siguientes:

  • Reducir el uso de agua en las operaciones de los centro de datos en un porcentaje superior al 80% para 2030. Esto pasa por optimizar el consumo y adaptarse al clima existente en cada lugar del mundo.
  • Investigación continua en refrigeración por inmersión como alternativa al uso del agua, aprovechando la refrigeración líquida no solo para fines de sostenibilidad, sino también para lograr mayor rendimiento de los chips en cargas de trabajo avanzadas de Inteligencia Artificial y Machine Learning (ML)  y crear servidores más densamente empaquetados en espacios más pequeños. Además, el uso de esta técnica de refrigeración puede aumentar la vida útil de los chips, lo cual contribuye a un ciclo de vida más largo.
  • Diseño de centros de datos que apoyen los ecosistemas locales, evaluando el comportamiento en términos de cantidad y calidad del agua, aire, carbono, clima o biodiversidad. El propósito es renovar y revitalizar el área circundante para proporcionar un valor regenerativo a la comunidad local y el medioambiente.
  • Reducir la huella de carbono en el diseño y la construcción de los centros de datos: el carbono asociado a los materiales y procesos de construcción representa al menos el 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio o infraestructura.
Cada vez son más frecuentes los centros de datos que se alimentan de energías renovables

En estas consideraciones y en algunas otras se basa un nuevo modelo de centro de datos ecointeligente cuya implantación avanza con evidencias como las siguientes:

  • Energías renovables y descarbonización de la red: en cada día más frecuente que el suministro de energía de los centros de datos proceda en gran parte de fuentes renovables, habiendo se fijado de manera generalizada ser 100% renovable para 2030.
  • Creación de programas basados en economía circular y diseño sostenible para extender el ciclo de vida de los servidores reutilizándolos y reciclando componentes y materiales.
  • Adopción de estándares sostenible de construcción, como pueden ser LEED o BREEAM), obteniendo acreditaciones para sus centros de datos, de modo que se avale la eficiencia en energía y recursos de las edificaciones.
  • Monitorización avanzada del consumo energético en tiempo real, garantizando el uso de energías renovables durante la operación del centro de datos.
  • Trabajo conjunto con toda la cadena de valor del sector para aminorar las emisiones indirectas (alcance 3), de manera que los principales proveedores y socios disminuyan su huella de carbono de manera significativa.

En definitiva, que el sector cloud alcance el objetivo de cero emisiones netas en los próximos años depende de que se valore como positivo también por sus clientes y usuarios, apoyando con nuestra elección aquellos que apuesten de manera decidida por que su actividad sea sostenible y responsable con el Planeta.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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