La economía circular como alternativa al consumo insostenible de recursos

Los patrones actuales de la actividad económica lineal dependen de un flujo permanente de extracción y comercialización de materias primas, su transformación en productos y, finalmente, su eliminación como residuos o emisiones.

La economía circular instaura un paradigma regenerativo, responsable y sostenible en relación al consumo insostenible de recursos naturales

Entre 1970 y 2017, la extracción mundial anual de estos materiales se triplicó con creces, pasando de 27.000 millones a 92.000 millones de toneladas.

Desde 2000, las tasas de extracción se han acelerado y crecen a un ritmo de un 3,2% anual, debido esencialmente a las grandes inversiones en infraestructuras y al aumento del nivel de vida en los países en vías de desarrollo, especialmente en la zona asiática.

Se prevé que la población mundial aumente de los 7.500 millones de personas en 2017 a 10.200 millones de personas en 2060

Según la OCDE, y a pasar de la pandemia Covid-19 y otras crisis que estamos viviendo, los niveles de vida seguirán aumentando a nivel global y, de forma gradual, convergerán hacia los de los países más avanzados.

Según las previsiones, entre 2017 y 2060 el Producto Interior Bruto (PIB) de las economías emergentes y en desarrollo llegarán al nivel actual del PIB de los miembros de la OCDE.

El aumento previsto de la población y de los niveles de ingresos per cápita a escala mundial supondría que el PIB mundial se triplicaría con creces.

Así, se espera que el surgimiento de la clase media en las economías emergentes y en desarrollo, junto con una rápida urbanización, tenga un fuerte impacto en el medio ambiente, agrave la crisis climática y la exposición desastres asociados, a la vez que se intensifica la competencia por materias primas.

Si la demanda de recursos naturales de una economía y una población mundiales en crecimiento se satisficieran con los actuales patrones lineales de producción, consumo y las correspondientes políticas e infraestructuras, según las proyecciones del Panel Internacional de los Recursos (International Resource Panel, IRP), la utilización mundial de materiales se duplicaría con creces entre 2015 y 2060, llegando a los 190.000 millones de toneladas.

Esto significa que el uso de los recursos aumentaría de 11,9 toneladas por persona en 2015 a 18,5 toneladas por persona en 2060

Aunque las proyecciones de la OCDE difieren un poco, hacen referencia a un desafío de dimensiones similares, estimándose por esta organización que la utilización de materias primas prácticamente se duplique y pase de 89.000 millones de toneladas en 2017 a 167.000 millones de toneladas en 2060, mientras que la proyección para el PIB mundial es que se cuadruplique entre 2011 y 2060.

La economía circular se abre paso en China de mano del reciclaje

Los países y las regiones que ya disfrutan de niveles de vida materiales más elevados se enfrentan al difícil reto de demostrar que es posible satisfacer las mismas necesidades con menos recursos materiales.

Tanto el IRP como la OCDE subrayan que esta escala de crecimiento respecto de la utilización de los recursos materiales, sin mejoras en la gestión del impacto vinculado a su extracción, cultivo, regeneración, uso y eliminación, producirán a una tensión adicional considerable en los sistemas de suministro de recursos, así como una presión y un impacto sin precedentes sobre el Planeta.

Parece evidente que no podemos dar respuesta a estos retos con el modelo lineal imperante, siendo la economía circular una respuesta plausible, no exenta de esfuerzos y de cambios de hábitos por parte tanto de las organizaciones como de los individuos.

En la actualidad, el IRP ya estima que la extracción y la transformación de los recursos materiales del mundo representan más del 90% del impacto en la biodiversidad y el estrés hídrico mundiales, aproximadamente la mitad de las emisiones responsables del cambio climático mundial (no se incluye el impacto climático relacionado con el uso de la tierra), y alrededor de un tercio del impacto en la salud debido a las partículas contaminantes.

Al examinar la extracción y la transformación de cada tipo de recurso material, dejando de lado las fases de utilización y de eliminación, el IRP pudo constatar lo siguiente a escala mundial:

  • El cultivo y la transformación de la biomasa (para alimentos, materias primas y energía) es responsable en la actualidad de casi el 90% del estrés hídrico y de la pérdida de biodiversidad mundiales relacionados con el uso de la tierra, y de más del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con los recursos, sin incluir las emisiones derivadas del cambio de uso de la tierra.
  • Entre 2000 y 2015, los impactos en el cambio climático y en la salud derivados de la extracción y la producción mundial de metales prácticamente se duplicaron, siendo la cadena de producción mundial de hierro y acero la que produce el mayor impacto del cambio climático, representando alrededor del 25% de la demanda mundial de energía del sector industrial.
  • La mayor parte de los impactos relacionados con los minerales no metálicos se producen durante la etapa de transformación, y la producción de clínker, principal componente del cemento, es responsable de gran parte de los impactos del cambio climático y de un porcentaje importante de los demás impactos. También, la extracción de arena en terceros países puede tener una repercusión muy importante en los ecosistemas locales.
  • La extracción, transformación, distribución y utilización de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) contribuyen enormemente a los impactos del cambio climático y a la contaminación ambiental, en particular del aire.
La minería es una actividad intensiva en uso de recursos

La productividad material mundial (la eficiencia en el uso de los materiales) ha crecido mucho más lentamente que la productividad laboral y energética, comenzando a disminuir alrededor del año 2000 y estando actualmente estancada.

La productividad material (definida como el PIB por tonelada de materiales utilizados) ha mejorado rápidamente, tanto en los antiguos países industrializados como en los nuevos, pero el desplazamiento simultáneo de la producción mundial de las economías que tienen una mayor productividad material a las economías que tienen una menor productividad material explica lo difícil que es lograr una mejora rápida en la eficiencia mundial de los materiales.

Esto explica el aumento de la presión ejercida sobre el medio ambiente y el impacto por unidad monetaria de los productos y servicios que desde el comienzo del nuevo milenio viene experimentando la economía mundial.

Visto lo anterior, mejoras parciales no van a permitir que sigamos con un estilo de vida depredador basado el adictivo modelo lineal de fabricar-usar-tirar.

Debemos instaurar un paradigma regenerativo, responsable y sostenible basado en la circularidad en el uso de los recursos, que por propia definición son limitados y no soportan el crecimiento y la presión a la que estamos sometiendo al único Planeta habitable que conocemos.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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