La discriminación negativa como práctica del consumo responsable

Cuando hablamos de discriminación negativa aludimos a ese boicot o evitación de ciertos productos y servicios en nuestros criterios de consumo.

La discriminación negativa es ese boicot o evitación de ciertos productos y servicios en nuestros criterios de consumo responsable

Recordemos que se entiende por consumo responsable aquella conducta consistente en la inclusión de criterios éticos, sociales o ambientales a la hora de comprar y consumir productos.

Relacionado con esta definición, estudios recientes nos indican que el 56% de los consumidores ha dejado de consumir productos o servicios por malas prácticas en materia social o ambiental.

A la hora de identificar la tipología de empresas sobre las que se ha discriminado negativamente, los establecimientos con productos de bajo precio (bazares) y las grandes cadenas de distribución son las más expuestas a la discriminación.

Tan solo un 28% de aquellos que realizan este boicot, lo desarrollan sobre marcas específicas, siendo las categorías de producto más afectadas por esta discriminación la alimentación, el textil y la cosmética.

Se puede observar que los consumidores centran su discriminación en las categorías de gran consumo, siendo marginales las menciones a sectores distintos de los mencionados anteriormente.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, como consumidores ejercemos nuestro voto cuando elegimos una marca, aspirando a premiar a los productos responsables, por lo que se estima que 8 de cada 10 consumidores estarían dispuestos a elegir un producto responsable en igualdad de condiciones comerciales.

El consumo responsable es una herramienta poderosa al alcance de todos

En el lado más activista, un 49% de los encuestados declara que estaría dispuesto a pagar más por un producto sostenible siempre que tuviera garantías así, el valor de esta prima económica a los aspectos de sostenibilidad se sitúa en torno al 10% del precio respecto a otro producto si atributos sostenibles.

Otro factor importante a reseñar es que la falta de información y la falta de credibilidad suponen una barrera al consumo responsable, ya que los consumidores suelen tener dificultad para formarse una opinión respecto a los atributos sostenibles del producto.

El 79% de aquellos con orientación al consumo responsable que todavía no han materializado en su consumo declaran que es difícil informarse sobre los impactos sociales y ambientales de los productos.

Además, los consumidores se muestran poco confiados respecto a los mensajes de sostenibilidad expresados por las marcas cuando se refieren a sus productos o servicios, porque se ha demostrado que muchas acuden al lavado verde o greenwashing para engañar al consumidor responsable.

Un 43,1% encuentra los mensajes publicitarios poco o nada creíble en 2021 frente al 31,2% en 2017. También un 23,8% responde que la credibilidad depende de la empresa y otro 4,4% relaciona la credibilidad con la fuente de información.

En relación a los periodos de bonanza económica, se constata una importante correlación entre la propensión a la discriminación positiva en el consumo de productos responsables y la evolución del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) a largo plazo.

Cuando se analiza predisposición a pagar más por un producto responsable, se observa que los máximos y los mínimos tienden a coincidir con las oscilaciones del ICC.

Esto es consistente con las barreras al consumo responsable donde un 73% de los consumidores que declaraban no haber realizado discriminación en su consumo por aspectos de sostenibilidad, alegaba su falta de capacidad adquisitiva.

El éxito de la Smart City viene por involucrar al ciudadano

Nos gustaría finalizar indicando que es una realidad que consumidores y ciudadanos han integrado criterios de sostenibilidad en su toma de decisiones y han elevado el grado de exigencia sobre el comportamiento de las empresas.

Sin embargo, esta clara tendencia responsable se ha enfrentado a 2 crisis sistémicas, la gran crisis financiera de 2008 y la pandemia COVID-19, demostrando que puede ser una fuente de resiliencia y capacidad adaptativa ante la incertidumbre.

Cada vez se hace más patente que la sostenibilidad aporta seguridad, crecimiento y un refuerzo de las convicciones que nos permiten llevar un estilo de vida compatible con nuestro Planeta.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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