La economía circular surge como una alternativa ecointeligente al adictivo modelo lineal basado en el fabricar – usar – tirar con el que la que se pretende borrar de nuestra mente y de nuestro vocabulario el concepto de residuo, desecho o desperdicio y pensar únicamente en recurso.
Por su parte la ingeniería nos proporciona un conjunto de conocimientos y técnicas para resolver problemas que afectan a la humanidad.
Sumando esta definición a una más formal de lo que se entiende por economía circular podemos decir que la ingeniería circular es ese conjunto de conocimientos y técnicas que nos ayudan a que el valor de los productos y materiales se mantenga durante el mayor tiempo posible, los residuos se reduzcan a la mínima expresión, y los recursos se reintroduzcan repetidamente en el ciclo técnico (Tecnosfera) creando valor hasta que llegan al final de su vida útil y se incorporen al ciclo biológico (Biosfera).
A esta definición podemos añadir que:
- Es muy difícil que haya economía circular sin ingeniería circular
- La circularidad empieza con la concepción de productos y servicios por lo que la ingeniería debe incorporar necesariamente el diseño circular
- La ingeniería circular precisa de la transformación digital para materializarse de manera rápida, eficaz y eficiente
La necesidad de garantizar la sostenibilidad esta llevando a los gobiernos ha desarrollar estrategias y planes que permitan abandonar el actual modelo lineal mediante una transición a una economía circular.
Esta transición exige soluciones innovadoras para este nuevo paradigma, por lo que la ingeniería circular está llamada a diseñar y desarrollar medios, recursos y procedimientos relacionados con el mantenimiento del capital natural, preservar los recursos vitales y la minimización de los impactos contaminantes.
En la práctica, la ingeniería circular implica aplicar criterios de ecodiseño, eficiencia energética, uso de materiales reciclados o renovables, prolongación de la vida útil, reparación, reutilización y reciclaje de los productos.
La ingeniería circular ofrece múltiples beneficios para las empresas, los consumidores y el medio ambiente. Entre ellos, se pueden destacar:
- Ahorro de costes: al reducir el consumo de materias primas, energía y agua, se disminuyen los gastos operativos y se aumenta la competitividad.
- Innovación: al incorporar criterios de sostenibilidad en el diseño y la producción, se estimula la creatividad y se generan nuevos productos y servicios que satisfacen las necesidades del mercado.
- Fidelización: al ofrecer productos de mayor calidad, durabilidad y funcionalidad, se mejora la satisfacción y la confianza de los clientes, que perciben el valor añadido de la ingeniería circular.
- Responsabilidad social: al contribuir a la preservación del medio ambiente y al desarrollo de las comunidades locales, se mejora la reputación y la imagen corporativa.
Hablando de ingeniería es fácil que nos venga a la mente la industria, uno de los sectores que más puede beneficiarse de la aplicación de la ingeniería circular, ya que representa una gran parte del consumo de recursos y la generación de residuos.
Los cierto es que planteamientos como el de industria 4.0 (y siguientes, industria 5.0) ya han incorporado formas en las que la ingeniería circular se puede implementar en la industria. Veamos algunas:
- Diseño sostenible / ecodiseño: consiste en integrar criterios sostenibles desde la fase inicial de desarrollo de un producto, considerando aspectos como la selección de materiales, el uso de energía, el embalaje, la distribución, el uso y el fin de vida. El objetivo es reducir el impacto en la sostenibilidad (ambiental, en el caso del ecodiseño) a lo largo de todo el ciclo de vida del producto y facilitar su circularidad.
- Simbiosis industrial: se basa en establecer relaciones de colaboración entre empresas que comparten recursos, infraestructuras, servicios o residuos, creando redes de valor que optimizan el uso de los recursos y minimizan los desechos.
- Economía de la funcionalidad: se trata de cambiar el modelo de negocio basado en la venta de productos por uno basado en la prestación de servicios. De esta forma, se incentiva el uso eficiente y responsable de los productos, se alarga su vida útil y se facilita su recuperación y reciclaje.
Estas son solo algunas de las estrategias que la ingeniería circular propone para mejorar el desempeño ambiental y económico de la industria, y que pueden ser exportadas a otros sectores de actividad, aunque lo importante es adoptar una visión sistémica e innovadora que permita identificar y aprovechar lo que ofrece la ingeniería circular.
En definitiva, la ingeniería circular es una oportunidad para transformar el modelo productivo actual, basado en el uso lineal e insostenible de los recursos, en uno más eficiente, resiliente e inclusivo, siendo imprescindible el compromiso y la colaboración de todos los agentes implicados, ya que sólo así podremos avanzar hacia un futuro más sostenible para todos.