La sociedad de consumo en la que vivimos, en la que se alienta hábitos insostenibles como el usar y tirar, nos está llevando a un grave problema medio ambiental que va camino de convertirse en uno de los mayores retos a superar en los próximos años.
Y es que la cantidad de residuos que generamos, y concretamente de plástico, está creando una crisis que excede de la vertiente ambiental para afectar a la salud de los ecosistemas y de lo que no va a ser ajena la población mundial.
El plástico es un material duradero que NO debe ser empleado en la producción de objetos desechables, ya que el plástico nos sobrevive a nosotros y sobrevivirá a nuestros hijos.
Lo bueno es que está en nosotros, como consumidores, revertir esta situación simplemente cambiando nuestra forma de consumir ejerciendo lo que se conoce como consumo responsable.
Dicho esto, siempre útil tener en mente unas sencillas sugerencias que podemos aplicar en cualquier situación para reducir el plástico en nuestro día a día:
Primero, reducir: menos es más
Pensar siempre primero si necesitamos ese producto, incluso cuando no sea de un solo uso. ¡Así estaremos ahorrando recursos al Planeta!
Reutilizar al máximo
Cuantos más usos le demos a los envases o productos reutilizables, más estaremos optimizando los recursos que hayan sido necesarios para fabricarlos.
¡Dale muchas vidas!
Repara
Con pequeños arreglos podemos alargar mucho más la vida de todo tipo de productos y objetos cotidianos.
Antes de tirar algo y comprar uno nuevo, mira si puedes repararlo en casa o acudiendo a algún negocio local.
¡La cultura de la reparación está volviendo!
Y siguiendo con el repaso que estamos realizando en las estancias de nuestra vivienda, y después de revisar lo que contienen los armarios, vamos ahora con las habitaciones infantiles o juveniles.
Este tipo de habitaciones son quizás el punto de la casa donde más se puede reflejar el consumismo.
Desde las edades más tempranas hasta la adolescencia vamos acumulando cosas (muchas de ellas innecesarias) y en todas ellas se esconde muchísimo plástico: desde los juguetes hasta los dispositivos electrónicos.
¡Aprender desde una temprana edad a tener un consumo más sostenible es una lección para toda la vida!
Pero ¿qué podemos hacer? Aquí tienes unos consejos ecointeligentes:
1. Busca juguetes hechos con materiales naturales como la madera o fomenta la imaginación de tus hijos y que hagan sus propias creaciones.
2. Participa en intercambios de juguetes o mercadillos de segunda mano
¡También puedes intercambiar con tus propios amigos!
3. Mejor las pinturas al agua que las acrílicas
Estas últimas contienen plástico ¡y son mucho más difíciles de lavar!
¿Sabes que se puede hacer pintura de dedos comestible? Sólo necesitas harina de maíz, agua y colorante alimentario. ¡A tus peques les encantará!
4. Para escribir, pintar o subrayar, mejor lápices hechos con madera sostenible.
5. Busca rotuladores y bolígrafos que sean rellenables y así poder reutilizarlos.
6. Elige accesorios para los dispositivos tecnológicos (por ejemplo, teclados y ratones) que estén realizados con materiales naturales.
7. Las fundas de móviles y tablets también se pueden encontrar fabricados con materiales naturales y se pueden ir personalizando con dibujos para darle un aire nuevo y alargar su uso.
8. Siempre que sea posible, repara tus dispositivos y alarga su vida.
9. Cuando tengas que comprar algún nuevo dispositivo, busca opciones reacondicionadas: así no hay que utilizar nuevos plásticos y material electrónico
¡Ahorrarás dinero y generará menos residuos!
En nuestra próxima entrega trataremos de la reducción de plásticos fuera de casa.
Si te interesa este tema puedes consultar el informe denominada Guía para la reducción de plásticos, publicada por Greenpeace, y disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.
