La ciudad saludable: naturaleza en los barrios (2)

Promover la salud en los entornos urbanos significa establecer las condiciones óptimas necesarias para que las personas podamos cambiar el estilo de vida sedentario e individualista por otro más dinámico e inclusivo.

Alcanzar una ciudad saludable requiere emplear un diseño sostenible urbano que introduzca la naturaleza en los barrios de nuestras urbes

Prevenir la enfermedad desde entornos urbanos más saludables significa reducir todos los impactos negativos de la ciudad sobre el aire, el suelo y el agua en nuestras ciudades.

El objetivo principal es la reducción de enfermedades habituales que se producen en estos entornos, como son las cardiovasculares, las respiratorias, la diabetes tipo II, las enfermedades respiratorias crónicas, el asma o la obesidad infantil, los trastornos de sueño, de ansiedad y la depresión, así como las lesiones, caídas y atropellos.

Como vimos en el caso de la ciudad pensada para caminar, dar respuesta a este objetivo exige recurrir a estrategias, propuestas y acciones muy diferentes que dan lugar a parámetros de diseño sostenible urbano para alcanzar lo que entendemos por ciudad saludable.

En esta ocasión vamos a repasar la segunda línea de acción que proponemos y que consiste en introducir la naturaleza en los barrios de la ciudad.

Están demostrados los grandes beneficios para la salud física y mental de las zonas verdes de proximidad, a lo que se añade su importante papel en la reducción de la contaminación y la mejora del microclima urbano.

Las zonas verdes promueven la salud de las personas, ya que tienen beneficios físicos y psicológicos constatados respecto a su bienestar, sea cual sea su edad y condición.

Vitoria-Gasteiz, ejemplo de destino turístico inteligente

Para este objetivo, es necesario que las calles de la ciudad sean vías verdes, con arbolado y arbustos de sombra en sus aceras, que haya zonas de naturaleza distribuidas a pocos minutos de las zonas residenciales mediante recorridos accesibles y cortos (para llegar en poco tiempo).

Además, la introducción de soluciones de gestión del ciclo del agua en la ciudad, también son idóneas y aconsejables y están englobadas en las denominadas soluciones basadas en la naturaleza.

En este sentido es interesante recurrir y repasar ejemplos que nos inspiren a la hora de implementar esta línea de acción en salud, que no puede faltar en ningún proyecto, programa o política desde la escala local, no sólo por sus aportes en los temas de salud, sino por ser una estrategia fundamental respecto a las medidas de adaptación frente a los efectos del cambio climático y la contaminación.

El incremento de zonas verdes significará mejorar el microclima urbano y la calidad del aire, pues estas zonas aportan oxígeno, retienen CO2 y partículas en suspensión de la atmósfera urbana.

Todo esto ayuda a reducir las enfermedades respiratorias y a regular climáticamente los golpes extremos de calor o frío de la población, especialmente para grupos más vulnerables, como son la infancia y las personas mayores.

Es importante también destacar los beneficios físicos y mentales de una adecuada distribución, accesibilidad y tamaño de las zonas verdes, que puede ayudar a la reducción del consumo de fármacos y a la recuperación más rápida de los picos de estrés que sufren las personas debido a las características de los ámbitos urbanos, como pueden ser el tráfico o el ruido.

También sería necesario considerar la importancia de que estas zonas verdes accesibles (de proximidad) estén unidas entre sí en forma de infraestructura verde, no solo desde el punto de vista ecológico sino también para peatones y bicicletas de manera que se puedan organizar recorridos y circuitos que amplíen las posibilidades de actividad física, movilidad y ocio activos en ambientes de naturaleza.

De esta forma se consigue que los corredores de unión entre las diferentes zonas verdes tengan funciones de conectividad adicionales a las puramente ecológicas.

En nuestra próxima entrega trataremos cómo configurar espacios de encuentro y convivencia.

Si te interesa este tema puedes consultar la Guía para planificar ciudades saludables, de Fariña J, Higueras E, Román E, Pozo E (2022), publicada por Ministerio de Sanidad, FEMP, Madrid. También disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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