La movilidad eléctrica ha ganado protagonismo en la última década como parte de una solución integral al problema de la sostenibilidad en el transporte de personas y bienes.
Pero más allá de la propulsión eléctrica, los avances tecnológicos en vehículos conectados y en la conducción autónoma tienen el potencial de revolucionar aún más nuestra visión de la movilidad sostenible.
Analicemos los objetivos de sostenibilidad de la movilidad eléctrica y cómo estos se ven influenciados por estas innovaciones:
1. Reducción de consumo energético
Objetivo: Reducir el consumo de energía en los desplazamientos diarios, optimizando la eficiencia de los vehículos eléctricos.
Influencia del vehículo conectado y autónomo: A través de sistemas avanzados de navegación y conexión en tiempo real, los vehículos pueden encontrar rutas más eficientes, reduciendo el tiempo y la energía consumida en los desplazamientos.
Además, la conducción autónoma, al ser más predecible, puede optimizar el consumo de batería.
2. Disminución de la congestión urbana
Objetivo: Minimizar los atascos y la congestión en las áreas urbanas para reducir el tiempo de desplazamiento y el consumo energético.
Influencia del vehículo conectado y autónomo: Los vehículos conectados pueden comunicarse entre sí y con la infraestructura vial, adaptando su comportamiento para evitar congestiones.
Por ejemplo, si un coche detecta un atasco a unos kilómetros de distancia, puede informar a otros vehículos y sugerir rutas alternativas.
3. Aumento de la seguridad vial
Objetivo: Reducir accidentes y mejorar la seguridad en las carreteras.
Influencia del vehículo conectado y autónomo: Los vehículos autónomos cuentan con sistemas avanzados de sensores y cámaras que pueden detectar posibles peligros con mayor rapidez y precisión que un humano. Además, al estar conectados, pueden compartir información sobre condiciones adversas o accidentes en tiempo real.
4. Integración con las energías renovables
Objetivo: Asegurar que la electricidad que alimenta los vehículos provenga de fuentes limpias y renovables.
Influencia del vehículo conectado y autónomo: Los vehículos conectados pueden integrarse con la red eléctrica y actuar como baterías móviles, absorbiendo energía cuando hay exceso de producción renovable y devolviéndola en momentos de alta demanda.
5. Optimización del uso de vehículos
Objetivo: Evitar la subutilización de vehículos, que en muchas ocasiones pasan más del 90% del tiempo aparcados.
Influencia del vehículo conectado y autónomo: La conducción autónoma abre la puerta a nuevos modelos de movilidad como el Vehicle as a Service (VaaS), donde un vehículo puede ofrecer servicios de transporte a diferentes usuarios a lo largo del día sin necesidad de un conductor.
Para ilustrar este movimiento vamos a repasar una serie de casos que desarrollan una movilidad sostenible e innovadora:
- Waymo, subsidiaria de Alphabet (la empresa matriz de Google), está desarrollando taxis autónomos que combinan la movilidad eléctrica con la conducción autónoma, ofreciendo un servicio de transporte más sostenible y eficiente.
- En Singapur, la empresa NuTonomy puso en marcha en 2016 un servicio piloto de taxis autónomos eléctricos, demostrando que es posible combinar estas tecnologías en un entorno urbano real.
- Ciudades como Copenhague (Dinamarca) están integrando vehículos eléctricos conectados en su red eléctrica, permitiendo que estos actúen como baterías móviles y contribuyan a la estabilidad de la red.
- Tesla es reconocida por su innovación en el ámbito de vehículos eléctricos, pero también ha estado a la vanguardia en el desarrollo de vehículos conectados y conducción autónoma. Su función Autopilot permite a los coches cambiar de carril, aparcar e incluso llamar al coche hacia su dueño en un aparcamiento. Esta interconexión optimiza la conducción, haciéndola más eficiente y segura.
- Volvo y Uber se asociaron para desarrollar coches autónomos para el servicio de transporte de pasajeros. En Pittsburgh y San Francisco, estos coches han estado circulando en pruebas, combinando la potencia de la movilidad eléctrica con las ventajas de la conducción autónoma.
- En Ámsterdam (Países Bajos), el proyecto WEpods ha estado probando pequeños buses eléctricos autónomos en rutas específicas. Estos buses no solo reducen las emisiones, sino que también ofrecen una solución a los desafíos de la congestión en la ciudad y brindan una alternativa de transporte público más flexible y eficiente.
- Nissan lanzó su sistema ProPILOT en el Nissan Leaf, uno de los vehículos eléctricos más vendidos del mundo. Este sistema permite al coche conducir de manera autónoma en un solo carril en autopistas, adaptando la velocidad del tráfico circundante.
- En China, Baidu, el gigante de las búsquedas, ha estado probando su propio coche autónomo en diferentes ciudades. Dada la creciente demanda de vehículos eléctricos en China, se espera que la integración de vehículos eléctricos y autónomos se convierta en una tendencia dominante en el mercado automotriz chino.
- Audi, con su proyecto Traffic Jam Pilot en el Audi A8, está explorando cómo los vehículos pueden manejar de manera autónoma en situaciones de tráfico lento, mejorando la eficiencia del combustible y reduciendo la congestión.
Estos ejemplos muestran que ya estamos en el camino correcto y que el futuro promete ser emocionante en el ámbito de la movilidad sostenible.
En definitiva, la electromovilidad, junto con las tecnologías de vehículos conectados y conducción autónoma, tiene el potencial de transformar completamente la infraestructura y la experiencia de transporte tal como la conocemos, y las innovaciones actuales en estas áreas están allanando el camino hacia un futuro más sostenible, seguro y ecoeficiente.
La clave será cómo las ciudades, gobiernos y fabricantes trabajen juntos para maximizar los beneficios de estas tecnologías y superar los desafíos inherentes a su implementación.