¿Estamos preparados para el impacto económico del cambio climático?

El impacto económico del cambio climático es una cuestión que exige una reflexión profunda y urgente, y si acudimos a informes recientes, percibiremos la gravedad de la situación y la necesidad imperante de tomar medidas concretas y eficaces.

El impacto económico del cambio climático es una cuestión que exige una reflexión profunda y urgente, y si acudimos a informes recientes, percibiremos la gravedad de la situación y la necesidad imperante de tomar medidas concretas y eficaces

Ya el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revelaba una disparidad alarmante entre las actuales emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y los objetivos fijados por el Acuerdo de París en la COP21 de 2015.

Se estima que, a pesar de los compromisos nacionales, la temperatura global podría incrementarse en 2,8°C para finales de siglo, lo que supera con creces el objetivo de mantener el calentamiento por debajo de los 2°C, preferiblemente en 1,5°C.

Este aumento de la temperatura podría tener consecuencias devastadoras para la economía mundial, desde la pérdida de biodiversidad y recursos naturales hasta el aumento de eventos climáticos extremos, lo que afectaría gravemente a sectores clave como la agricultura, las infraestructuras y la salud pública.

Por otro lado, el Informe Anual de ONU Medio Ambiente de 2022 abordaba la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos, desafíos interconectados que no sólo representan una amenaza ambiental, sino que también tienen implicaciones económicas significativas.

La degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, por ejemplo, podrían limitar el acceso a recursos esenciales, mientras que la contaminación y los residuos generan costes significativos en términos de salud y degradación ambiental.

Pero en el Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023, el PNUMA enfatiza la urgente necesidad de financiación para la adaptación climática en los países en desarrollo, destacando aspectos críticos en la lucha contra el cambio climático, enfocándose en la necesidad urgente de adaptación y las enormes brechas en la financiación necesaria para llevar a cabo estas medidas.

En concreto, este informe arroja luz sobre el aumento sin precedentes de eventos climáticos extremos en 2023, incluyendo tormentas, inundaciones, sequías y olas de calor.

Las sequías azotan a los pobres, aumentando la desigualdad

Estos eventos no solo evidencian los impactos tangibles y devastadores del cambio climático, sino que también subrayan la urgencia de adoptar medidas de adaptación eficientes y extensivas.

Uno de los hallazgos más alarmantes del informe es la brecha significativa en la financiación necesaria para la adaptación. Se estima que los costes de adaptación en los países en desarrollo alcanzarán los 215.000 millones de dólares anuales durante esta década, mientras que la financiación necesaria para llevar a cabo las prioridades nacionales de adaptación se eleva a 387.000 millones de dólares anuales.

Esta disparidad en la financiación revela la magnitud del desafío que enfrentan los países en desarrollo para adaptarse a los impactos del cambio climático.

El informe también destaca que, a pesar de la creciente necesidad, los flujos de financiación pública multilateral y bilateral para la adaptación de los países en desarrollo disminuyeron en 2021.

Esta reducción en la financiación contrasta con el aumento de las necesidades de adaptación, lo que resulta en un déficit de financiación de entre 194.000 millones y 366.000 millones de dólares anuales, poniendo de relieve la urgente necesidad de un aumento significativo en la inversión para cerrar esta brecha de financiación.

Además, el informe señala que la planificación y la implementación de medidas de adaptación parecen estancarse, lo que agrava aún más la crisis climática, implicando esta falta de progreso enormes pérdidas y daños, especialmente para las comunidades más vulnerables, que son las más afectadas por los impactos del cambio climático.

Para abordar esta situación crítica, se identifican varias vías para aumentar la financiación: gasto nacional, financiación procedente del sector privado y la comunidad internacional, remesas, y la reforma de la arquitectura financiera internacional. Además, el informe sugiere que el nuevo Fondo de Pérdidas y Daños debe avanzar hacia mecanismos de financiación más innovadores para alcanzar la cantidad de inversión necesaria.

Además, otro aspecto crítico mencionado en estos informes es la necesidad de actuar con urgencia para mitigar y adaptarse a los impactos del cambio climático. Los eventos extremos, como inundaciones y sequías, ya están afectando a diversas regiones del mundo, y se espera que estos impactos se intensifiquen.

La adaptación, junto con la mitigación, debe ser una prioridad para responder eficazmente a la crisis climática, aunque la financiación actual para la adaptación es insuficiente, lo que deja a muchas comunidades vulnerables en una situación de riesgo extremo.

En resumen, el Planeta se enfrenta un desafío significativo y multifacético relacionado con el cambio climático, que no solo amenaza el medio ambiente sino también la estabilidad económica global.

Esto requiere una acción rápida y decidida, tanto en términos de mitigación como de adaptación, esencial para limitar los impactos económicos negativos y proteger a las comunidades más vulnerables, siendo fundamental la colaboración internacional, el aumento de la financiación y la implementación efectiva de políticas y estrategias sostenibles para abordar esta crisis global.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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