El concepto de límites planetarios se ha convertido en una pieza fundamental para entender y abordar los desafíos ambientales que enfrenta la humanidad en el siglo XXI.
Este marco conceptual, introducido por un grupo de científicos liderados por Johan Rockström del Stockholm Resilience Centre y Will Steffen de la Universidad Nacional de Australia en 2009, busca identificar los límites dentro de los cuales la humanidad puede operar de manera segura para evitar cambios catastróficos en el sistema terrestre que sostiene la vida.
Estos límites están diseñados para garantizar que la Tierra permanezca en un espacio seguro operativo para la humanidad, preservando las condiciones estables que han permitido el desarrollo de las civilizaciones humanas durante los últimos 10.000 años, conocido como Holoceno.
Desde su concepción, el concepto de límites planetarios ha evolucionado y se ha refinado, pero su esencia permanece: identificar los procesos biogeofísicos críticos que regulan el estado del sistema Tierra y establecer umbrales cuantitativos que, de ser cruzados, podrían llevar a cambios ambientales adversos y potencialmente irreversibles.
Vamos a repasar cuáles son estos 9 límites:
- Cambio climático: Se refiere a la alteración del sistema climático de la Tierra, principalmente debido a la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, resultante de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Este límite busca mantener la concentración atmosférica de CO2 y otros GEI dentro de niveles que prevengan un calentamiento global peligroso.
- Integridad de la biosfera: Este límite se enfoca en la pérdida de biodiversidad y la extinción de especies causadas por la destrucción de hábitats, la contaminación, el cambio climático, entre otros factores. La integridad de la Biosfera es crucial para el mantenimiento de los ecosistemas terrestres y acuáticos y los servicios que estos proporcionan.
- Cambios en el uso del suelo: La conversión de bosques, humedales y otras áreas naturales en tierras agrícolas, urbanas o para otros usos humanos afecta la capacidad de la Tierra para regular el clima, alojar biodiversidad y proporcionar servicios ecosistémicos.
- Utilización del agua dulce: Este límite aborda la extracción insostenible de agua de ríos, lagos y acuíferos, lo que puede llevar a la escasez de agua dulce. Mantener el uso de agua dulce dentro de límites seguros es esencial para la vida, la agricultura y la industria.
- Flujos bioquímicos: Incluye una amplia gama de sustancias sintéticas y tóxicas, haciendo especial foco en la interferencia en el ciclo del nitrógeno y del fósforo, ya que la alteración de estos ciclos, principalmente a través del uso excesivo de fertilizantes en la agricultura, conduce a la acumulación de nitrógeno y fósforo en los ecosistemas terrestres y acuáticos, provocando eutrofización y la pérdida de biodiversidad acuática.
- Acidificación de los océanos: Resultado del aumento de la absorción de CO2 por los océanos, lo que reduce el pH del agua marina. Esta acidificación amenaza la vida marina, especialmente organismos calcáreos como corales y moluscos, que son fundamentales para los ecosistemas marinos.
- Carga atmosférica de aerosoles: Los aerosoles son partículas muy finas o gotas líquidas en el aire, que pueden provenir de fuentes naturales y humanas. Afectan la calidad del aire y el clima. Una presencia excesiva en la atmósfera puede alterar los patrones de precipitación y la temperatura global.
- Destrucción de la capa de ozono: Este gas, que nos protege de los rayos ultravioleta del Sol, llegó a estar bajo mínimos, y gracias al Protocolo de Montreal que combate la contaminación de los gases CFC (clorofluorocarburos), principales causantes de la destrucción del ozono estratosférico, se ha logrado estabilizar la situación.
- Introducción de nuevas entidades: Este límite, añadido recientemente, abarca los riesgos asociados con tecnologías y sustancias creadas por humanos que podrían tener efectos imprevistos en la biosfera, como los organismos genéticamente modificados, la nanotecnología y la inteligencia artificial.
Estos límites no solamente son interdependientes sino que también presentan umbrales y puntos de inflexión que, de ser cruzados, podrían llevar a cambios drásticos y potencialmente irreversibles en el funcionamiento del sistema Tierra.
El objetivo de respetar estos límites es asegurar un futuro sostenible, donde el desarrollo humano se realice dentro de los confines de la capacidad regenerativa y de soporte del Planeta
Hasta la fecha, de los 9 límites planetarios identificados, 6 ya se han sobrepasado, poniendo en peligro la estabilidad y resiliencia del sistema Tierra. Éstos son:
- El cambio climático es quizás el límite más conocido y discutido, evidenciado por el aumento de las temperaturas globales, la acidificación de los océanos y eventos climáticos extremos más frecuentes. Este fenómeno es el resultado directo de la emisión de gases de efecto invernadero por actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles.
- La pérdida de biodiversidad, otro límite sobrepasado, se refiere a la extinción acelerada de especies debido a la destrucción de hábitats, la contaminación, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático. Esta pérdida reduce la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios esenciales como la polinización, la purificación del agua y la regulación del clima.
- Los cambios en el uso del suelo, impulsados por la deforestación y la expansión agrícola, no solo contribuyen al cambio climático, sino que también degradan la tierra y reducen la biodiversidad.
- La utilización del agua dulce ha excedido sus límites a través de la extracción insostenible de acuíferos y la alteración de ríos, lo que amenaza la disponibilidad de agua dulce.
- En lo relativo a los factores bioquímicos, los ciclos del nitrógeno y del fósforo, alterados por el uso excesivo de fertilizantes en la agricultura, provocan la eutrofización de cuerpos de agua, lo que lleva a la muerte de la vida acuática y afecta la calidad del agua para el consumo humano.
- Y en el ámbito de la introducción de nuevas entidades, a principios de 2022 se concluyó que la humanidad había superado límites planetarios relacionados con contaminantes ambientales y otras nuevas entidades, incluidos los plásticos.
Frente a estos desafíos, surge el concepto de decrecimiento como una solución potencial. El decrecimiento propone una reducción planificada de la producción y el consumo económicos en los países más ricos para lograr una sociedad sostenible y justa que opere dentro de los límites planetarios.
Implica una transición hacia economías que prioricen el bienestar humano y ecológico por encima del crecimiento económico perpetuo, promoviendo prácticas como la economía circular, la soberanía alimentaria y la reducción de la jornada laboral.
La transición de la ciencia, pasando de la investigación a la advertencia ha sido evidente en las últimas décadas, con un consenso científico cada vez mayor sobre la urgencia de actuar ante la crisis climática y ecológica.
Sin embargo, el paso de la advertencia a la acción está siendo lento y, a menudo, obstaculizado por intereses económicos y políticos. La necesidad de que la ciencia y la academia tomen un papel más activo en la transformación del modelo predominante de civilización es cada vez más clara.
Esto implica no solo continuar investigando y comunicando los riesgos de sobrepasar los límites planetarios, sino también participar activamente en el desarrollo e implementación de soluciones sostenibles, trabajando en conjunto con gobiernos, empresas y la sociedad civil.
Es hora de actuar, ya que sobrepasar los límites planetarios no solo representa una amenaza para el medio ambiente, sino también para la estabilidad social y económica. El cambio hacia un modelo de civilización más sostenible y justo requiere una transformación radical de nuestras economías, políticas y sociedades.
La ciencia y la academia, conscientes de las consecuencias de la inacción, deben jugar un papel crucial en esta transformación, no solo como observadores y comunicadores, sino como agentes activos de cambio.
La colaboración interdisciplinaria e intersectorial será fundamental para desarrollar e implementar estrategias que nos permitan volver a un espacio seguro y sostenible dentro de los límites de nuestro Planeta.