La normalización juega un papel crucial en la construcción de un mundo más sostenible, donde, en un contexto donde los desafíos medioambientales son cada vez más apremiantes, la adopción de normas internacionales promueve la estandarización de prácticas, a la vez que también garantiza un enfoque coherente y coordinado en el camino hacia la sostenibilidad.
La normalización establece directrices claras que las organizaciones pueden seguir para minimizar su impacto ambiental, optimizar el uso de recursos y promover la economía circular, lo que permite que diferentes actores en la cadena de valor hablen un mismo lenguaje, lo que facilita la cooperación y la integración de mejores prácticas en las operaciones cotidianas, contribuyendo así la normalización a acelerar la transición hacia modelos de negocio más responsables y sostenibles.
En escenario aparece la familia de normas ISO 59000 que buscan estandarizar la implementación de los principios de la economía circular en las organizaciones, proporcionado un marco que desarrollan la ISO 59010, la ISO 59020 y la ISO 59004.
Así, la ISO 59010: Economía Circular – Directrices sobre la transición de modelos de negocio y redes de valor emerge como una de las normas clave para la promoción de la economía circular, proporcionando un conjunto de principios y directrices para implementar modelos circulares en organizaciones de todos los sectores.
A diferencia de la adictiva economía lineal, donde los productos y materiales suelen tener una vida útil limitada que culmina en residuos, la economía circular se centra en la reutilización, reparación, reciclaje y reducción de residuos a través de todo el ciclo de vida de un producto.
La ISO 59010 busca facilitar esta transición, proporcionando herramientas que permiten a las organizaciones integrar principios circulares en su operación diaria
Uno de los puntos clave de la ISO 59010 es su capacidad de complementarse con otras normas internacionales, particularmente aquellas dentro de la familia ISO, evitando la norma actuar de manera aislada e integrándose con otras normativas como ISO 9001 (gestión de calidad) e ISO 14001 (gestión medioambiental).
Está demostrado que estas normas proporcionan marcos sólidos para que las empresas gestionen sus procesos de calidad y su impacto medioambiental, respectivamente, y, al implementar la ISO 59010 en combinación con estas normas, las organizaciones pueden beneficiarse de un enfoque holístico que no sólo garantiza la eficiencia y la calidad, sino que también minimiza los impactos ambientales y fomenta prácticas más sostenibles.
Esta integración refuerza la idea de que la economía circular y la sostenibilidad no son aspectos aislados, sino que deben ser parte integral de la estrategia y la operación de cualquier organización que aspire a ser competitiva en el futuro.
Dentro de la familia de normas dedicadas a la economía circular, es necesario mencionar 2 normas complementarias que refuerzan la ISO 59010. Nos referimos a la ISO 59004 y la ISO 59020, normas proporcionan un marco más completo y especializado para la adopción de la economía circular en las organizaciones, complementando y ampliando las directrices de la ISO 59010.
La ISO 59004, titulada Economía Circular — Vocabulario, principios y guía para la implementación, establece una base conceptual y terminológica que facilita la comprensión y adopción de prácticas circulares.
Al definir los términos clave y los principios que sustentan la economía circular, este compendio proporciona claridad y uniformidad, lo que es esencial para que las empresas, junto con sus proveedores y partes interesadas, tengan una comprensión compartida de los conceptos y objetivos.
Esto asegura una implementación coherente y efectiva de modelos circulares dentro de diferentes sectores. Al complementar la ISO 59010, la ISO 59004 ofrece los cimientos necesarios para que las empresas no sólo adopten la circularidad, sino que lo hagan con un enfoque estandarizado y bien definido.
Por otro lado, la ISO 59020, titulada Economía Circular — Medición y evaluación del desempeño de la circularidad, aborda uno de los aspectos más críticos de la economía circular: la medición.
Para que las organizaciones puedan evaluar el éxito de sus esfuerzos hacia la circularidad, es imprescindible contar con indicadores específicos y métricas claras que midan el impacto de sus prácticas, por lo que la ISO 59020 proporciona un marco para medir el desempeño de la circularidad, permitiendo a las organizaciones cuantificar su progreso y establecer metas concretas de mejora.
Esta norma garantiza una evaluación continua y facilita la transparencia y la rendición de cuentas, elementos cruciales para construir la confianza entre las partes interesadas y alinear los esfuerzos empresariales con los objetivos globales de sostenibilidad.
Así, los beneficios de la adopción de la ISO 59010 y su integración con las otras normas de la familia ISO 59000 son múltiples.
En primer lugar, estas normas proporcionan un marco claro y estructurado para que las empresas implementen prácticas circulares, ya que, al seguir sus directrices, las organizaciones pueden reducir su consumo de recursos naturales, minimizar la generación de residuos y optimizar el ciclo de vida de sus productos.
Esto no solamente tiene un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también puede mejorar la competitividad de las empresas al reducir costos operativos y aumentar la eficiencia en el uso de recursos. En un mercado cada vez más consciente de los problemas medioambientales, las empresas que adoptan la economía circular también pueden beneficiarse de una mejor reputación y una mayor lealtad por parte de los consumidores.
Además, la ISO 59010 promueve la innovación, pues al adoptar un enfoque circular, las empresas deben replantearse su diseño de productos y sus procesos de producción, lo que fomenta la creación de nuevos productos, servicios y modelos de negocio.
Esto puede abrir nuevas oportunidades de mercado, tanto a nivel local como global, y permitir a las organizaciones diferenciarse de sus competidores. En este sentido, la ISO 59010, complementada por la ISO 59004, ofrece una guía clara para la implementación de estos cambios de manera efectiva y alineada con los principios circulares.
Para que las empresas puedan beneficiarse plenamente de la implementación de la ISO 59010, es crucial que sigan las mejores prácticas recomendadas por la norma, que incluyen la incorporación de principios circulares desde la etapa de diseño del producto, y el fomento de la reparabilidad, la reutilización y el reciclaje.
Además, la norma recomienda la adopción de modelos de negocio basados en la prestación de servicios en lugar de la simple venta de productos, permitiendo este enfoque a las empresas mantener el control sobre sus productos a lo largo de todo su ciclo de vida, facilitando su reutilización y reciclaje.
También fomenta la colaboración entre diferentes actores en la cadena de valor, promoviendo la creación de redes que permiten a las empresas intercambiar materiales, compartir recursos y maximizar el uso de sus activos.
La ISO 59020, por su parte, es clave en la creación de indicadores y métricas que permiten a las organizaciones medir el éxito de sus esfuerzos hacia la circularidad, enfatizando la norma la importancia de definir indicadores clave que permitan a las empresas evaluar su progreso hacia la circularidad.
Estos indicadores pueden incluir la cantidad de materiales reciclados utilizados en la producción, la eficiencia en el uso de recursos, la cantidad de residuos generados y el ciclo de vida del producto. Al establecer estos indicadores, las organizaciones pueden identificar áreas de mejora y adoptar medidas correctivas cuando sea necesario.
La medición facilita la evaluación interna y alinea los esfuerzos de las empresas con los objetivos globales de sostenibilidad, como los establecidos por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
De esta manera, la ISO 59020 proporciona las herramientas necesarias para que las empresas midan y demuestren su contribución a la sostenibilidad global.
Otro aspecto importante para considerar es que muchas de las normas ISO más extendidas, como la ISO 9001 e ISO 14001, han evolucionado para incluir aspectos medioambientales en su definición.
La ISO 9001, que originalmente se centraba en la gestión de la calidad, ahora reconoce la importancia de incorporar prácticas sostenibles en los procesos de calidad. Del mismo modo, la ISO 14001, que se enfoca en la gestión ambiental, promueve la adopción de un enfoque preventivo que minimiza los impactos ambientales desde el inicio.
Al integrar estas normas con la ISO 59010, las empresas pueden adoptar un enfoque de gestión más amplio que aborde tanto la calidad como la sostenibilidad de manera coherente y complementaria.
En conclusión, la ISO 59010, junto con la ISO 59004 y la ISO 59020, representa un conjunto integral de herramientas para que las organizaciones adopten y gestionen de manera efectiva la economía circular.
Y, como hemos visto, al complementar y reforzarse mutuamente, estas normas permiten a las organizaciones implementar modelos de negocio circulares, medir su impacto y mejorar continuamente sus prácticas sostenibles.
La integración de estas normas con otras ISO tradicionales, como la ISO 9001 e ISO 14001, garantiza que la sostenibilidad sea una parte integral de las operaciones empresariales, proporcionando a las organizaciones una ventaja competitiva y contribuyendo a la creación de un mundo más sostenible.