¡Iniciamos el verano con mucha actividad ecointeligente! ¡Y estamos muy contentos! Durante los meses de julio y agosto hemos sido invitados a contar conceptos, casos y experiencias sobre sostenibilidad y medio ambiente en la radio.
Concretamente en la sección Nos ponemos verdes de Onda Regional de Murcia (España) y de la mano de Marta Ferrero. Lejos de lo que se pueda pensar, las redes sociales casan perfectamente con medios de difusión tradicionales, como puede ser la radio. ¡La unión hace la fuerza!
En esta ocasión, hemos tratado el movimiento Desperdicio Cero (o Zero Waste, en inglés) que trata de conseguir que minimicemos nuestro impacto negativo en el medio ambiente reduciendo al máximo la basura que generamos.
Pero, ¿Cómo se traduce esto en nuestro hogar? Principalmente siendo y comportándonos como consumidores responsables.
Muchos de nosotros cuando conocemos la filosofía Zero Waste pensamos erróneamente que uno de sus pilares es el reciclaje y, además, cuanto más mejor.
Pues es, más bien, al contrario, Desperdicio Cero no promueve ni alienta el reciclaje. Más bien, pone en la balanza los costes directos e indirectos del proceso de reciclaje. De tal manera que el reciclaje es un medio y no un fin.
Se considera una posibilidad a la manipulación de los residuos, y aunque está incluido en el modelo de Desperdicio Cero, tenemos que recurrir a él como último recurso antes del vertedero. Lo mismo pasa con el compostaje.
Dominar la basura en nuestro hogar exige tomar consciencia del asunto y tener presente que no desaparece cuando vaciamos el cubo
Es más sencillo de lo que parece.
Basta seguir estos 5 sencillos pasos que se conocen como la práctica de las 5 erres:
- Rechaza lo que no necesites,
- Reduce de lo que necesitas,
- Reutiliza lo que consumes,
- Recicla lo que no puedes rechazar, reducir o reutilizar,
- Composta el resto (en inglés empieza por R 🙂
Y muy importante, emplea siempre las Rs en este orden
La primera y la segunda erres se ocupan de la prevenir la generación de desperdicios, la tercera erre nos anima a ejercer un consumo responsable y reflexivo, y la cuarta y quinta erres tratan como procesar lo que ya no nos sirve.
El resultado de esta secuencia de pasos es que se puede reducir hasta la mínima expresión la basura que producimos.
Y esto se materializa en la imagen del tarro que ha popularizado el movimiento.
Es cierto que alcanzar el Desperdicio Cero es un objetivo que actualmente no está a nuestro alcance, pues la eliminación total no es posible dada la naturaleza de la actividad humana, que es de por si generadora de residuos.
Ricardo Estévez nos explica en qué consiste esta forma de vivir consumiendo menos:
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