El autoconsumo es una realidad cada vez más presente en muchos hogares españoles. Cada vez son más los ciudadanos que deciden instalar en sus viviendas y oficinas placas solares para abastecerse de energía solar y conseguir así una serie de ventajas económicas, medioambientales y sociales que se empiezan a ver en un periodo de tiempo relativamente corto.
La concepción sobre el autoconsumo ha cambiado notablemente en los últimos años, principal por la mayor facilidad de acceso de la sociedad hacia este tipo de energía. España es el país de Europa con más sol y una de las regiones del mundo mejor preparadas para esta transición energética hacia una energía más limpia, segura y sostenible.
Los españoles llevan años demandando facilidades para llevar a cabo una instalación de estas características y el momento ha llegado. La eliminación del famoso impuesto al sol y los importantes avances recientes en el sector han democratizado el acceso a la energía solar para la mayor parte de la población.
Las posibilidades para instalar placas solares en casa son variadas y se distinguen por el tipo de placa, así como por el modelo energético que se prefiere. Las empresas especializadas en esta industria realizan informes previos y aconsejan a los ciudadanos sobre la mejor elección para su inmueble, en función de una serie de factores como su consumo habitual o las posibilidades del edificio donde se debe instalar, entre otros.
Ventajas de la energía solar
Las ventajas del autoconsumo son cada vez más y atañen a diferentes aspectos, siendo el económico el que mejor se puede apreciar a corto plazo. La rentabilidad de la energía solar no se discute y, en este sentido, los tiempos se han acortado. En un periodo no superior a diez años se puede rentabilizar la inversión inicial.
El usuario paga la instalación y podrá disfrutar de energía «gratis» durante una buena parte del resto de su vida. Los costes de mantenimiento son mínimos. Teniendo en cuenta el coste de la energía convencional en España y el uso que se hace de ella, con periodos de mucho frío en invierno y de calor máximo en verano, dentro de una década ya habrá sido rentable esta operación.
Disponer de energía propia libera de estar pendiente de los vaivenes de precios y las disputas políticas que suelen atañer a toda la industria energética en nuestro país. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la vida útil de las placas solares se prolonga hasta los 25 años; por lo que la apuesta es completamente rentable desde el punto de vista económica. Al ahorro de dinero se suma el hecho de producir una energía cien por cien limpia, lo que ayuda a hacer frente a las graves consecuencias del cambio climático.
Desde el punto de vista empresarial, apostar por la energía solar puede ser una excelente estrategia responsable de marketing. La sociedad ha aumentado notablemente su concienciación sobre la crisis medioambiental y valoran muy positivamente a aquellas empresas que dan pasos en la búsqueda de soluciones.
