Las garantías de origen renovable se han convertido en una herramienta clave para fomentar la transparencia y la sostenibilidad en el sector energético global, y su origen se remonta a la creciente preocupación mundial por el cambio climático y la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En este contexto, las garantías de origen (GdO) emergen como un mecanismo destinado a certificar que una determinada cantidad de energía ha sido producida a partir de fuentes renovables.
Las garantías de origen son certificados electrónicos que acreditan el origen renovable de una cantidad específica de energía, equivaliendo cada garantía de origen a un megavatio hora (MWh) de energía generada a partir de fuentes renovables como la solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa, por citar las principales.
El principal objetivo de estas garantías es ofrecer a los consumidores la certeza de que la energía que consumen proviene de fuentes renovables, promoviendo así un mercado más sostenible y apoyando el desarrollo de nuevas instalaciones de generación de energía limpia.
Este sistema de certificación se ha implantado en diversas regiones del mundo, destacando especialmente en la Unión Europea (UE), donde las garantías de origen son una herramienta esencial dentro del marco regulador de energías renovables.
Países como Noruega, Alemania y España han adoptado y promovido activamente el uso de estas garantías para cumplir con sus objetivos de energía renovable y reducir su huella de carbono. En la Unión Europea, las garantías de origen son emitidas por organismos autorizados y gestionadas a través de registros electrónicos nacionales, lo que permite un seguimiento preciso y una alta transparencia en el mercado.
La aplicación de las garantías de origen no se limita únicamente a la electricidad, extendiéndose recientemente su uso a los gases de origen renovable, como el biogás y el hidrógeno verde
El biogás, producido a partir de residuos orgánicos y procesos de digestión anaerobia, y el hidrógeno verde, generado mediante electrólisis del agua utilizando electricidad renovable, pueden ser certificados mediante garantías de origen. Esto permite que los consumidores y las empresas puedan optar por combustibles más sostenibles, contribuyendo a la descarbonización de sectores como el transporte y la industria.
En España, el mercado de las garantías de origen renovable ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, impulsado en gran medida por la integración de innovaciones tecnológicas en el sector energético, especialmente en el ámbito de las baterías y el hidrógeno verde.
La capacidad de almacenamiento de energía mediante baterías ha mejorado significativamente, permitiendo una mayor estabilidad y fiabilidad en el suministro de energía renovable.
Las baterías de gran capacidad permiten almacenar el excedente de energía producida durante los periodos de alta generación renovable, como los días soleados o ventosos, y liberar esta energía cuando la demanda es mayor o la producción es baja, lo que no sólo optimiza el uso de la energía renovable, sino que también reduce la dependencia de fuentes de energía fósil.
Por otro lado, el hidrógeno verde ha emergido como una solución prometedora para sectores que son difíciles de electrificar, como la industria pesada y el transporte de larga distancia. En España, se han lanzado varios proyectos piloto y se han establecido alianzas estratégicas para desarrollar la infraestructura necesaria para la producción y distribución de hidrógeno verde.
Las garantías de origen para el hidrógeno permiten a las empresas y a los consumidores verificar que el hidrógeno utilizado proviene de fuentes renovables, promoviendo así una economía del hidrógeno más sostenible y baja en carbono.
El desarrollo del mercado de las garantías de origen renovable en España también ha sido impulsado por políticas gubernamentales y objetivos nacionales de energía y clima, que fijan metas ambiciosas para la reducción de emisiones y el aumento de la participación de las energías renovables en el mix energético.
Las garantías de origen juegan un papel crucial en el logro de estos objetivos, proporcionando un mecanismo transparente y verificable para rastrear y reportar el consumo de energía renovable.
Más allá de Europa, otros países también han adoptado sistemas similares, aunque con algunas variaciones adaptadas a sus contextos específicos.
En Estados Unidos, existe el sistema de Certificados de Energía Renovable (REC, por sus siglas en inglés), que cumple una función similar a las GdO en Europa. Los REC son utilizados para certificar que una unidad de energía ha sido generada a partir de fuentes renovables y se comercian en mercados regionales, como PJM y M-RETS. Los consumidores y empresas pueden comprar estos certificados para compensar su consumo de energía y apoyar la producción de energía renovable.
En Australia, el esquema de Certificados de Energía Renovable (Renewable Energy Certificates) también es similar al de las GdO, donde el Clean Energy Regulator administra el mercado de certificados que aseguran la generación de energía a partir de fuentes renovables. Este sistema contribuye al objetivo nacional de incrementar la participación de energías renovables en el mix energético del país.
En Japón, el sistema de Certificados Verdes (Green Certificates) ha sido implementado para promover la generación de energía renovable. Estos certificados permiten a las empresas y consumidores verificar el origen renovable de la energía que consumen, fomentando así un mercado más sostenible y contribuyendo a los objetivos nacionales de reducción de emisiones.
China, como uno de los mayores consumidores y productores de energía del mundo, también ha comenzado a explorar la implementación de sistemas de certificación de origen renovable. Aunque el desarrollo de un sistema de garantías de origen aún está en fases iniciales, el gobierno chino ha mostrado un interés creciente en adoptar medidas que fomenten la transparencia y la sostenibilidad en el sector energético.
En Latinoamérica, Brasil ha dado pasos significativos hacia la implementación de un sistema de certificación similar. A través de su Programa de Certificación de Energía Renovable, el país busca promover la transparencia en el consumo de energía renovable y apoyar el crecimiento de este sector, en línea con sus objetivos de sostenibilidad.
La adopción de las garantías de origen y sistemas similares en estos países refleja una tendencia global hacia la promoción de energías renovables y la transparencia en el consumo energético, permitiendo a consumidores y empresas tomar decisiones informadas y apoyar activamente la transición hacia una economía baja en carbono. Además, facilitan el cumplimiento de objetivos nacionales e internacionales de reducción de emisiones, alineándose con los compromisos adquiridos en acuerdos como el Acuerdo de París (COP21).
Mirando hacia el futuro, se espera que el mercado de las garantías de origen renovable continúe expandiéndose y evolucionando, debido al avance de las tecnologías de energía renovable y almacenamiento, y a la implementación de políticas más estrictas de sostenibilidad y reducción de emisiones. Además, la digitalización y la implementación de Tecnologías Habilitadoras Digitales (THD), como puede ser blockchain, van a mejorar aún más la transparencia y la eficiencia del sistema de garantías de origen, facilitando un seguimiento más preciso y reduciendo el riesgo de fraude.
En conclusión, las garantías de origen renovable representan un componente esencial en el camino hacia un futuro energético más sostenible y transparente. En el contexto de una creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), estas garantías proporcionan una forma fiable y verificable de certificar el origen renovable de la energía consumida.
En España, el crecimiento del mercado de las garantías de origen ha sido impulsado por innovaciones tecnológicas y políticas públicas, con un enfoque particular en el desarrollo de soluciones como el almacenamiento de energía en baterías y el hidrógeno verde y, a medida que avanzamos, la expansión y mejora continua de este sistema será fundamental para alcanzar los objetivos globales de sostenibilidad y asegurar un futuro energético limpio y ecointeligente.
