El precio de la indiferencia: por qué las empresas no pueden permitirse ignorar el cambio climático

El coste de la inacción ante el cambio climático es algo que deben tener en cuenta todas las empresas, y la forma en que las organizaciones dirijan sus esfuerzos hacia un mundo más cálido determinará si prosperan o se quedan atrás en el mercado.

La indiferencia de las empresas ante el cambio climático es algo que va a determinar su supervivencia en el mercado y su ventaja competitiva

Los riesgos climáticos en aumento ya están afectando la economía global, y los argumentos a favor de la acción colectiva son claros, ya que los eventos climáticos extremos, cada vez más intensos y frecuentes, y están generando ya costes económicos significativos y que serán mucho más elevados en las próximas 2 décadas.

Sin embargo, no actuar en materia de clima podría resultar mucho más costoso que tomar medidas inmediatas, pues, según estudios, las inversiones en adaptación y mitigación climática podrían ser rentables, con un retorno de entre 5 y 6 veces en pérdidas y daños evitados a largo plazo.

Impacto físico del cambio climático

El impacto físico del cambio climático es un riesgo material que pone en peligro el valor de las empresas y aumenta los costes de oportunidad a medio plazo.

Bajo el escenario climático actual, las empresas se enfrentan a riesgos sistémicos derivados de un menor crecimiento económico global y a riesgos físicos directos que amenazan sus cadenas de suministro y operaciones.

Por ejemplo, en 2021 las inundaciones en Alemania provocaron pérdidas económicas de alrededor de 44.000 millones de euros, afectando gravemente a sectores como el transporte y la industria automotriz. Empresas como Volkswagen tuvieron que detener la producción debido a interrupciones en la cadena de suministro.

Las compañías que no estén preparadas podrían ver entre un 5% y un 25% de su EBITDA en riesgo para 2050, dependiendo del sector y la ubicación geográfica, siendo los sectores con gran dependencia de infraestructuras, como la energía o el transporte, los más vulnerables a estos riesgos.

Las consecuencias de estas pérdidas no solamente afectan a las empresas, sino que también repercuten en las comunidades, incrementando los costes de bienes y servicios, así como generando impactos en el empleo y los medios de vida.

Riesgos de transición

Los riesgos de transición para las empresas también son considerables, y, aunque en la última década se han logrado avances significativos en acción climática, el ritmo sigue siendo insuficiente y las recientes resistencias públicas han generado incertidumbre sobre la velocidad de la descarbonización y el rumbo futuro de las políticas climáticas.

No obstante, confiar en el statu quo es un riesgo elevado para las empresas, ya que los impactos del cambio climático sobre la vida y la riqueza de las personas se están volviendo cada vez más evidentes.

En 2023, la Unión Europea estableció un Mecanismo de ajuste en frontera por carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), que impone tarifas a las importaciones basadas en sus emisiones de carbono. Esto ha afectado a sectores como la siderurgia y el cemento, obligando a muchas empresas a reconsiderar sus estrategias de producción.

Si la acción climática se acelera, las empresas que no estén preparadas enfrentarán mayores presiones de costes por políticas como la fijación de precios del carbono y regulaciones comparables, teniendo que hacer frente, además, a depreciaciones de sus activos fósiles y a una caída más rápida de lo esperado en la demanda de combustibles fósiles y tecnologías relacionadas.

En un escenario que limite el calentamiento global a menos de 2°C, los costes adicionales derivados de los precios del carbono podrían equivaler al 50% del EBITDA en algunos sectores con altas emisiones.

Beneficios de la acción climática

La inacción corporativa evidentemente también tiene un coste nada despreciable.

Las empresas que toman medidas para adaptarse y mitigar los riesgos climáticos obtienen beneficios evidentes, y, según diversos estudios, las inversiones actuales en adaptación y resiliencia empresarial podrían generar entre 2 y 19 dólares por cada dólar invertido.

Ejemplo de esto es el caso de las grandes empresas de seguros, las cuales están implementando medidas para evaluar los riesgos climáticos de sus inversiones, buscando reducir significativamente su exposición a activos de alto riesgo climático. Esto pretende proteger sus ingresos futuros y también mejorar su reputación y fidelizar a sus clientes.

Aunque la descarbonización total tiene un coste, las empresas líderes en sostenibilidad pueden encontrar formas rentables de reducir emisiones en el corto plazo.

Al abordar estos riesgos, las compañías no sólo aseguran su supervivencia, sino que también identifican oportunidades de negocio en un mundo que cada vez más afectado por la crisis climática y la de biodiversidad.

Cambio en la gestión empresarial

El cambio necesario en la gestión de los riesgos climáticos y las oportunidades debe ser profundo, ya que los incidentes climáticos y los cambios de mercado son difíciles de predecir, pero sus consecuencias pueden ser de gran impacto.

Aunque muchas empresas son conscientes de estos riesgos, la mayoría no está suficientemente preparada para enfrentarlos

Incorporar los riesgos y oportunidades climáticas en la estrategia corporativa es esencial para la resiliencia empresarial y para mantener una ventaja competitiva en el mercado, lo que implica integrar el análisis de riesgos climáticos en la gestión del riesgo, la toma de decisiones financieras y estratégicas, y las operaciones cotidianas de la empresa.

Las emisiones de carbono contribuyen al calentamiento global

En conclusión, las empresas que actúan hoy para mitigar los riesgos climáticos y adaptarse a los cambios que ya están ocurriendo tendrán una ventaja competitiva clara.

Por el contrario, aquellas que permanezcan pasivas frente a esta crisis global podrían enfrentar pérdidas económicas significativas y verse superadas por competidores más preparados.

La acción climática no es únicamente una cuestión ética o de responsabilidad social, sino una necesidad estratégica para asegurar el futuro de los negocios en un mundo marcado por el cambio climático.

Si te interesa profundizar en este tema puedes acceder al informe titulado The Cost of Inaction: A CEO Guide to Navigating Climate Risk realizado por el Word Economic Forum (WEF) y Boston Consulting Group (BCG), y que, como es habitual, está disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.

Ricardo Estévez

Mi verbo favorito es avanzar. Referente en usos innovadores de TIC + Marketing. Bulldozer sostenible y fundador de ecointeligencia

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