Camino de la sexta extinción
El motivo principal que nos lleva a estar ante las primeras etapas de la sexta extinción es que los humanos estamos reduciendo la biodiversidad del planeta, un factor fundamental para nuestra supervivencia.
El motivo principal que nos lleva a estar ante las primeras etapas de la sexta extinción es que los humanos estamos reduciendo la biodiversidad del planeta, un factor fundamental para nuestra supervivencia.
La agricultura natural se ha extendido por Japón y ya ocupa alrededor de 4.000 hectáreas en China. Gente de todo el mundo visita ahora la explotación de Fukuoka para aprender tanto sus técnicas como su filosofía agrícola. El atractivo de este sistema es que el mismo terreno puede explotarse sin agotarse, con rendimientos regularmente buenos. En vez de ir gastando dinero y energía en la forma de derivados del petróleo, la mayor parte de la inversión se hace al principio en el diseño del cultivo.
En una sociedad acostumbrada a dominar o mejorar la naturaleza, la biomímesis es una imitación respetuosa de la naturaleza que constituye en enfoque radicalmente nuevo, una revolución de hecho. A diferencia de la revolución industrial, sin embargo, la revolución biomimética inagura una era basada no en lo que podemos extraer de la naturaleza, sino en lo que podemos aprender de ella.
Daniel H. Janzen (Milwaukee, 1939) es un prestigioso ecólogo y naturalista estadounidense pionero en sus trabajos en pos de la ecología y la conservación de los ecosistemas tropicales y es el reciente premiado por la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2011 en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación.
La huella ecológica por habitante en el año 2005 indica que cada español hace uso de 6,4 hectáreas globales (hag) de territorio productivo por año para satisfacer sus necesidades de consumo. El factor más importante en la composición de la huella ecológica en España es el correspondiente a la huella energética, con una cuota del 68%, muy por encima del 50% que establecíamos a nivel mundial.
La calidad del aire que nos rodea viene determinada principalmente por la distribución geográfica de las fuentes de emisión de contaminantes y las cantidades de contaminantes emitidas. Los procesos físicoquímicos que se producen en la atmósfera, la meteorología y la orografía condicionan enormemente los procesos de dispersión y transporte de estos contaminantes. Las concentraciones de cualquier contaminante en un punto de la superficie responden en cada momento a un balance entre diferentes procesos de aporte y eliminación de los contaminantes implicados.
Interface, la empresa de Ray Anderson, lidera los avances en ecología industrial al inventar nuevos materiales para cubrir suelos que puede ser fabricados cíclicamente obteniendo un producto idéntico nuevo a partir de sus residuos. Esta innovación fundamental surge de la pregunta de cómo podrían crear un producto que pudiera satisfacer mejor las necesidades de sus clientes a la vez que proteger y alimentar el Capital Natural.
William Golding proporcionó a James Lovelock el nombre de su teoría. Gaia, la diosa que impuso el orden sobre el caos, era el nombre apropiado para una hipótesis sobre el sistema de la Tierra que regulaba su clima y su química para mantener la habitabilidad.
Con la vista puesta en su próxima expedición al llamado “Vórtice de Plástico”, Proyecto Kaisei, la ONG que lucha por librar al Océano Pacífico de los desechos plásticos, presenta los hallazgos más relevantes en torno a este fenómeno. Conocido como “Gran Mancha de Basura del Giro del Pacífico Norte”, este gran vertedero oceánico ha alcanzado el tamaño de Francia y Alemania juntos, y su alcance a la cadena alimentaria humana resulta cada vez más alarmante. El proyecto Kaisei es una iniciativa de limpieza oceánica que tiene como fin concienciar sobre la existencia de desechos marinos, su impacto sobre el medio ambiente y la búsqueda de soluciones dirigidas a su prevención y limpieza.
Calcula tu huella ecológica como la superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de estas superficies.
La metodología de cálculo de la huella ecológica se basa en la estimación de la superficie productiva necesaria para satisfacer los consumos asociados a la alimentación, a los productos forestales, al consumo energético y a la ocupación directa del suelo.
La huella ecológica se define como el total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de estas superficies.