Ecoeficiencia como alternativa al petróleo
Un coche moderno, después de más de cien años de evolución de la ingeniería, utiliza menos del 1% de su combustible en mover al conductor. Alrededor de un octavo de la energía del combustible alcanza las ruedas. El resto se pierde en el motor y los accesorios, o se pierde mientras el coche está detenido. De este combustible un octavo alcanza a las ruedas. Y tan sólo un 6% de la energía original del combustible sirve para acelerar. Un proceso poco eficiente que se repite millones de veces al minuto